El Patrimonio es el único testigo insobornable de nuestra Historia.El de Aguilar de la Frontera es singular: sintámonos orgullosos de él, porque es lo que hemos sido.

martes, 1 de junio de 2010

En defensa del patrimonio rural disperso

La destrucción del patrimonio rural disperso en Aguilar de la Frontera, sobre todo de
construcciones y edificios que se encuentran dentro de su termino rural, la mayoría de una indudable calidad artística y valor histórico, constituye un rasgo característico de la sociedad actual y sobre todo de la dejadez de las administraciones competentes en esta materia.
La defensa de estas construcciones a través de Asociaciones de defensa del Patrimonio y de la participación directa y decidida de los ciudadanos unida a un estudio científico, sistemático y sobre todo multidisciplinario de estas edificaciones, puede disminuir considerablemente el riesgo de que
éstas desaparezcan en un corto espacio de tiempo.
Es evidente que Aguilar de la Frontera, tiene un vasto patrimonio rural, (menguado y venido a menos desde los años 60, pero acentuado en los últimos 20 años) constituido por obras de la arquitectura rural que han formado parte fundamental de nuestro pasado mas inmediato. Estas se encuentran distribuidas en todo el termino municipal (cortijos, casillas, pozos, lagares, molinos, almazaras, puentes, fuentes, etc...) por lo que no resulta extraño que exista un considerable número de edificios de valor histórico y artístico,abandonados o en un avanzado estado de deterioro, debido
principalmente a las alteraciones y modificaciones que se llevado a cabo en las fincas, parcelas e inmuebles, sin ningún tipo de asesoría, control o planificación, lo que ha provocado irremediablemente su destrucción total o parcial.
Si además a estas causas unimos la falta de voluntad política de nuestras autoridades en la salvaguarda de este incalculable patrimonio, traducidas en una clara y total ausencia de políticas destinadas a la restauración, a una inexistente falta de recursos y de respaldo jurídico que pueda ser aplicable a la defensa de este valor patrimonial por parte de las administraciones del Estado, que
puedan permitir (ya con urgencia) realizar las acciones necesarias para su restauración y conservación, estaremos asistiendo a la irremisible e irrevocable desaparición de uno de nuestros patrimonios mas representativos de nuestros (por que no llamarlos así) edificios históricos.
Es por ello, urgente que nuestras autoridades políticas asuman de una vez como suyas la capacidad de detener la problemática que en un futuro representará para el conjunto de la población la destrucción de nuestro patrimonio rural disperso.
Ha de primar fundamentalmente el valor cultural, histórico, paisajístico, agrícola, económico y arquitectónico acumulado durante muchas generaciones para que solo por ello y a través del empuje, la denuncia y la protesta de los ciudadanos, nuestros políticos comiencen a aplicar la legislación estatal y autonómica existente para la protección de este tipo de patrimonio.
Si no conseguimos entre todos, que esto sea así, irremediablemente estaremos asistiendo una vez mas a una lenta y agónica desaparición de lo que hasta hasta muy poco para muchos de nuestros antepasados tuvo un valor y un significado y para muchos de nosotros hoy representa una percepción, una interpretación, que como poco despierta los sentidos.
Aguilar de la Frontera, 31 de mayo del 2010
Rafael Espino Navarro.-

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