Hace unos días,aprovechando una suave tarde, en la que fuí a Córdoba, se cruzó en mi camino entrañables imágenes otoñales que llevé a la cámara para mostrar la belleza de esta estación, en la que la naturaleza descansa y se prepara para afrontar, sin equipajes, el duro invierno.
Crucé los jardines llenos de gentes, pero en un claro de sus rincones aparecieron magestuosos árboles que entregaban lentamente sus hojas a la madre Tierra para renovar el ciclo de la vida.
sábado, 15 de diciembre de 2012
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