El Patrimonio es el único testigo insobornable de nuestra Historia.El de Aguilar de la Frontera es singular: sintámonos orgullosos de él, porque es lo que hemos sido.

jueves, 24 de junio de 2010

La Noche de San Juan


Ayer, alrededor de la medianoche, se iniciaron en la Bodega Toro Albalá los actos con los que la asociación “Puerta del Agua” celebra la Noche de San Juan.
Eminentemente cultural fue la velada que reunió en los jardines de la emblemática bodega a más de ciento cincuenta personas deseosas todas ellas de pasar una agradable noche dentro de un programa de actos cuidadosamente elaborado.
Teresa Romero fue la encargada enlazar las distintas partes del evento que se ha convertido en un referente dentro de la provincia de Córdoba por su calidad y organización.
Fue el historiador y filólogo italiano Francesco Carotta, con su conferencia sobre Cesar y la influencia de su muerte en el ritual de la Semana Santa, el que inició el cultural encuentro que se extendió hasta altas horas de la madrugada.
Más tarde fueron los socios y socias los se encargaron de desarrollar todo el programa de actos que, destacando especialmente a Sole Jiménez , a Meli Carbajo y a Jerónimo Moreno, cumplió las expectativas de los asistente. También el grupo formado por Diego Cañadillas, Antonio Espino y Olegario Molero consiguieron con sus canciones conectar con el público que corearon sus canciones a lo largo del esmerado y escogido repertorio con el que nos regaló este grupo de socios.
Estos actos culturales no sería posible llevar los a cabo sin la participación y el trabajo anónimo y generoso de los socios y socias, por lo que son a ellos y ellas y a su entrega a los debemos agradecer el buen hacer y la gran acogida que han encontrado en todos la celebración de la Noche de San Juan.

martes, 1 de junio de 2010

En defensa del patrimonio rural disperso

La destrucción del patrimonio rural disperso en Aguilar de la Frontera, sobre todo de
construcciones y edificios que se encuentran dentro de su termino rural, la mayoría de una indudable calidad artística y valor histórico, constituye un rasgo característico de la sociedad actual y sobre todo de la dejadez de las administraciones competentes en esta materia.
La defensa de estas construcciones a través de Asociaciones de defensa del Patrimonio y de la participación directa y decidida de los ciudadanos unida a un estudio científico, sistemático y sobre todo multidisciplinario de estas edificaciones, puede disminuir considerablemente el riesgo de que
éstas desaparezcan en un corto espacio de tiempo.
Es evidente que Aguilar de la Frontera, tiene un vasto patrimonio rural, (menguado y venido a menos desde los años 60, pero acentuado en los últimos 20 años) constituido por obras de la arquitectura rural que han formado parte fundamental de nuestro pasado mas inmediato. Estas se encuentran distribuidas en todo el termino municipal (cortijos, casillas, pozos, lagares, molinos, almazaras, puentes, fuentes, etc...) por lo que no resulta extraño que exista un considerable número de edificios de valor histórico y artístico,abandonados o en un avanzado estado de deterioro, debido
principalmente a las alteraciones y modificaciones que se llevado a cabo en las fincas, parcelas e inmuebles, sin ningún tipo de asesoría, control o planificación, lo que ha provocado irremediablemente su destrucción total o parcial.
Si además a estas causas unimos la falta de voluntad política de nuestras autoridades en la salvaguarda de este incalculable patrimonio, traducidas en una clara y total ausencia de políticas destinadas a la restauración, a una inexistente falta de recursos y de respaldo jurídico que pueda ser aplicable a la defensa de este valor patrimonial por parte de las administraciones del Estado, que
puedan permitir (ya con urgencia) realizar las acciones necesarias para su restauración y conservación, estaremos asistiendo a la irremisible e irrevocable desaparición de uno de nuestros patrimonios mas representativos de nuestros (por que no llamarlos así) edificios históricos.
Es por ello, urgente que nuestras autoridades políticas asuman de una vez como suyas la capacidad de detener la problemática que en un futuro representará para el conjunto de la población la destrucción de nuestro patrimonio rural disperso.
Ha de primar fundamentalmente el valor cultural, histórico, paisajístico, agrícola, económico y arquitectónico acumulado durante muchas generaciones para que solo por ello y a través del empuje, la denuncia y la protesta de los ciudadanos, nuestros políticos comiencen a aplicar la legislación estatal y autonómica existente para la protección de este tipo de patrimonio.
Si no conseguimos entre todos, que esto sea así, irremediablemente estaremos asistiendo una vez mas a una lenta y agónica desaparición de lo que hasta hasta muy poco para muchos de nuestros antepasados tuvo un valor y un significado y para muchos de nosotros hoy representa una percepción, una interpretación, que como poco despierta los sentidos.
Aguilar de la Frontera, 31 de mayo del 2010
Rafael Espino Navarro.-

Bicentenario de la Plaza de San José


El pasado 26 de mayo asistimos en Salón de Plenos del Ayuntamiento de Aguilar a un acto de hondo significado histórico: conmemorar el segundo centenario de la Plaza de San José.
Sencillo, entrañable y justo. En esos términos podríamos calificar un evento que según las palabras del señor concejal de cultura, no será el único que se organice para realzar esta obra de hondo espíritu ilustrado.
Pero las palabras que el alcalde dedicó a los que planificaron, financiaron y construyeron la Plaza no se correspondían con el interés que prestan y han prestado, a esa seña de identidad de nuestro pueblo, los ediles que lo gobernaron durante décadas.
La realidad es muy distinta, ya que no se han preocupado de tutelar esta magna obra con las especiales atenciones que su importancia urbanística merece y han permitido que se coloquen ventanas de aluminio, tejados de fibrocemento, antenas y otros añadidos que, aunque la legislación explicita claramente su prohibición, se han ejecutado como obras menores, produciendo un quebranto en el paisaje urbano que preside la Plaza de San José.
Es hora de que las actuaciones que se realicen en ella no sean producto del sueño de un concejal o de la inspiración de un funcionario iluminado, sino que toda obra que se ejecute en la Plaza o en su entorno, debe ser el resultado de un estudio profundo que evite que esa construcción neoclásica se desvirtúe con corruptelas que la aparten de la pureza arquitectónica que emana por cualquiera de sus ángulos.
Por ello es necesario que el Ayuntamiento, aprovechando la efeméride, tome iniciativas que limpien, restituyan y proyecten el monumento hacia un protagonismo que aún no ha desarrollado el potencial de atracción que posee. Es indispensable, que de una vez por todas, se plantee seriamente la constitución de la Comisión Local de Patrimonio, mil veces reclamada por Puerta del Agua, que actúe como garante y conductor de la protección que necesita la nómina monumental que poseemos los aguilarenses en nuestro pueblo.